Crear contenido constantemente puede parecer fácil, pero los que nos dedicamos a ello diariamente sabemos que no es así. Lo malo de los trabajos creativos es que si no nos organizamos bien pueden depender mucho de la inspiración, y no todos los días estamos igual de inspirados. Todos hemos sufrido bloqueos creativos alguna vez. El...
Crear contenido constantemente puede parecer fácil, pero los que nos dedicamos a ello diariamente sabemos que no es así. Lo malo de los trabajos creativos es que si no nos organizamos bien pueden depender mucho de la inspiración, y no todos los días estamos igual de inspirados. Todos hemos sufrido bloqueos creativos alguna vez.
El bloqueo creativo es la sensación de quedarte sin ideas, de sentir que eres incapaz de producir ningún contenido original y de no saber por donde continuar. Es un fenómeno completamente normal que sufren todas las personas que realizan un trabajo creativo: creadores de contenido en redes sociales, escritores, fotógrafos, artistas…
Son como trampas que pueden estresarte y hacer que pierdas confianza en ti mismo, por eso es tan importante que los creadores de contenido tengamos una buena organización. Si tienes planeadas tus publicaciones con tiempo, podrás salir adelante, aunque tengas un bloqueo. Aquí os dejamos unos tips para salir de estas situaciones:
1. Planifica tu contenido a largo plazo, pero sé flexible
No nos cansamos de repetirlo: haz un calendario de contenido. Al inicio de cada mes (o cuando mejor te funcione) dedica unas horas a crear la estrategia para el mes siguiente. Esto te dará la tranquilidad que supone tener las cosas planeadas. Aun así, recuerda que las redes sociales funcionan por tendencias y es importante que las sigas. Así que crea un calendario que sea adaptable a ellas.
2. Anota tus ideas en el momento en el que te surjan
Nunca sabes cuando te va a surgir una idea genial. Puede ser en la oficina, en el metro o en la ducha. No hace falta que tengas una libreta de ideas siempre a mano, vale con que las apuntes en una nota en tu móvil. Eso sí, apuntalas siempre.
“Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”-Picasso
3. Inspírate en otras cuentas y guarda lo que te inspire
Sigue a cuentas que te inspiren y consume mucho Pinterest. Intenta no copiar su contenido sino inspirarte en él para recrearlo dándole tu toque.
En la mayoría de las aplicaciones puedes guardar publicaciones y organizarlas por carpetas. Guarda todo lo que creas que te puede ser útil en un futuro y recuerda revisarlo cuando vayas a planificar tu contenido.
4. Date un respiro
Como dice Stephen Covey en su libro “7 hábitos de la gente altamente efectiva”, tienes que afilar tu sierra. Imagina que estás intentando cortar un árbol con una sierra que no está afilada. Tienes mucha prisa y necesitas cortar el árbol ya, así que sigues insistiendo sin parar creyendo que no tienes tiempo para pararte a afilarla.
Algo parecido nos pasa cuando nos agobiamos por un bloqueo. Sentimos que tenemos muchas cosas que hacer y no estamos avanzando, pero tampoco paramos a respirar.
Cuando estés atascado y no te surjan ideas, prueba a dar una vuelta para despejarte o a hacer algo que te gusta, y luego vuelve a intentarlo.
5. Toma las riendas de tu creatividad
La creatividad sí que se puede controlar. Hay mucha gente que piensa que es algo mágico con lo que se nace, pero la verdad es que se puede trabajar y controlar. Haz ejercicios creativos, ponte a prueba y conoce tu creatividad. Encuentra sus límites, lo que hace que se active o se desactive y toma las riendas.
6. Ayúdate de aplicaciones y herramientas
Existen infinitas aplicaciones y herramientas que pueden ayudarte a crear contenido. La número uno sin duda, es Canva. Con todas su plantillas y funcionalidades puedes hacer todo el contenido que quieras.
A parte de Canva, existen infinitas aplicaciones con distintas funciones que pueden sacarte del apuro. Pruébalas e investiga por ti mismo cuales te funcionan mejor.
7. Haz una lluvia de ideas
Probablemente no sea la primera vez que oyes hablar de esta herramienta. La lluvia de ideas es el ejercicio de creatividad más simple y efectivo que existe. Solo tienes que pararte con un papel delante y anotar todas las ideas que se te pasen por la cabeza. Sí, todas, todas.
La clave de la lluvia de ideas es no descartar ninguna por loca o imposible que parezca, ya que puede evolucionar a una gran idea. Cuando hayas terminado debes repasar todo lo que has escrito y entonces sí, filtra y trabaja tus ideas.